miércoles, 6 de junio de 2007

En busca de un consejo...

Terminada la pelea en la taberna, Grownn trató de razonar con Himsh, sería bueno ir a descansar un rato al dojo, para recuperarse de las heridas infligidas por los enanos.
Himsh antes de salir tomó una jarra tirada en el suelo y la llenó de la cerveza que caía de un barril roto.
La calle repleta de gente a esa hora no era un obstáculo para el torpe avanzar del gran semiorco, quien debido a la gran cantidad de cerveza ingerida, botaba a su paso a todo quien chocara con él.
Grownn caminaba tranquilo, observando como los niños humanos reían cuando eran arrojados al suelo por la muralla de músculos de Himsh, quien ni siquiera los sentía.
A pocos pasos del dojo, el gran bárbaro se detuvo y trató de hablar algunas palabras.
- Himsh no querer descansar...querer ir a beber!- y apresuradamente se metió a la primera taberna que encontró.
Todavía era temprano para ir a descansar al dojo, pensó Grownn y se dirigió a visitar a su padre al fortín.
Tras de sí, nuevamente sonaban platos rotos, mesas volteadas, y gritos de la taberna en donde había entrado Himsh. Grownn movió la cabeza sonriendo y caminó hacia el fortín.
En la entrada un par de guardias humanos ataviados en armadura completa, con alabardas en sus manos le impidieron el paso.
-¿Qué quieres?- dijo uno.
- Vengo a ver a mi padre-
-¿Y quién es tu padre si se puede saber? ¿Cómo te llamas?- volvió a hablar el mismo guardia.
- Soy Grownn, hijo del gran Holg- respondió Grownn mientras sacaba el pecho henchido de orgullo.-
- Espera un momento- dijo el guardia, algo desconfiado mientras entraba y cerraba el portón tras de sí.

Mientras tanto, el joven semiorco miraba al otro guardia, bien disciplinado, siempre atento.
-Muy bien... sígueme muchacho- Grownn caminó a través de un pasillo, en cuyo costado descansaban numerosas armas, verdaderas armas, que no se encontraban en el dojo de Doji. Sus ojos se abrieron de par en par y una extraña emoción invadió su cuerpo. En el patio del recinto, muchos guerreros practicaban en pares, todos usando aquellas armas, algunos usando versiones de madera, los mas experimentados usando de metal.
-¿Quieres practicar muchacho?- dijo el guardia que lo guiaba a través del pasillo.- ¿O tienes miedo?-
- Miedo jamás, pero sin armas no creo que sea un combate justo- Contestó Grownn mientras miraba el pequeño arsenal que había en el muro.
- Pues saca una de esas- respondió el guardia mientras tomaba una espada corta y otra larga.
Grownn entusiasmado se dio vuelta y cogió un espadón, espada más grande y pesada que las comunes.
Vio como el guardia practicaba con ambas espadas, una en cada mano y le dieron ganas de hacer lo mismo. Tomó el espadón con ambas manos y lanzó un par de cortes al aire. Sentir el peso del arma y la dureza del mango en las manos le revolvió el corazón.
- Estoy listo...- dijo, y no alcanzó a decir más, puesto que el guardia se había abalanzado sobre él.
Sorprendido por la rapidez a pesar de llevar una armadura completa, Grownn trató de parar algunos golpes que soltó su contrincante. Dos alcanzaron su cuerpo y logró parar uno.
El calor de la sangre que brotaba por las heridas recién hechas le produjo una furia incontrolable. A menudo sufría estos ataques, sus músculos crecían de una manera impresionante, casi al punto de romper la piel, los ojos inyectados en sangre y un palpitar muy rápido invadían su cerebro.

-WOAAAAAAAAAAAAAARRRRRGH!!!!!!!!- gritó mientras blandió el espadón con tanta fuerza que se le soltó de las manos y salió volando, cruzó el patio a gran velocidad y se incrustó en el muro del segundo piso, frente a una persona enorme ataviada de armadura que venía distraído leyendo unos papeles.
La furia desapareció tan rápido como llegó y Grownn pudo ver claramente los hinchados ojos rojos de su padre, quien casi había sido decapitado por el espadón.
-GROOOOOWNNNN!!!! VEN ACÁ!!!- gritó con tanta fuerza que los guardias que practicaban en el patio se fueron de inmediato, el guardia que desafió a Grownn se puso pálido como fantasma y se marchó lentamente a su puesto, sabiendo el castigo que sufriría.
Grownn subió rápidamente, con la cabeza baja, avergonzado por lo que había pasado pero orgulloso del temor que provocaba su padre en los demás.
-¿Qué quieres, necesitas más dinero?, ¿ No ves que estoy ocupado? Me has avergonzado, tu madre nunca debió enseñarte esas cosas!- dijo impaciente mientras sus ojos volvían a tornarse normales.
- Lo siento padre, pero ese guardia me desafió y ya sabes que no soy un cobarde-
-¿A que has venido? No me hagas perder mi valioso tiempo- Dijo mientras se daba la vuelta.
- ¡Espera! Necesito un consejo del mejor guerrero que conozco- dijo Grownn.
Su padre sorprendido, volvió a darle la cara y preguntó:
-¿Quién es ese guerrero?-
- Pues lo tengo frente a mí- contestó con toda franqueza Grownn. Holg mas calmado ahora posó su mano en el hombro de Grownn y dijo:
- Muy bien hijo habla-
- Necesito especializarme en algún arma, algo mas imponente que las chucherías que traigo encima- Dijo Grownn mientras mostraba las dagas y hachas arrojadizas.
- Mira hijo, yo empecé con eso, y tu hermano también- respondió mientras apuntaba una Gran Hacha.
- Ahora tengo que seguir con mis cosas, espero que llegado el momento actúes como corresponde a uno de mis hijos, si no es así, yo mismo te perseguiré, y conocerás el verdadero terror que provoca Holg el grande, ahora vete y no confíes en Doji, se ha portado muy raro últimamente...-
Dio media vuelta y se fue.
Grownn bajó al patio, se acercó a aquella arma, algo descuidada, no tan brillante como la de su padre, la tomó entre sus manos y se imaginó combatiendo con ella, era un arma efectiva que cumplía con sus expectativas. Si su padre se la había recomendado no podría estar equivocado.
Caminó a través del pasillo por donde entró y se fijó en un grupo de armaduras amontonadas en un rincón, se hechó sobre el hombro izquierdo una de cuero tachonado y salió por la puerta de entrada, con la cabeza en alto.
Miró al guardia que lo había desafiado hace poco, seguía pálido.
- Algún día terminaremos lo que empezamos- dijo y no esperó respuesta, solo avanzó hacia el dojo, pensando en lo que le había dicho su padre, llevando sobre el hombro su nueva arma...

1 comentario:

Bruji dijo...

ke buena historia y esto s todo tu imaginacion?
orale!!!!
ta buenisima
oye yo keor jugar a esto
dale puedo?
si di ke si?
yia se cuida ke este bien
arrioz!