sábado, 28 de julio de 2007

Una jornada para el olvido...

Grownn despertó de repente en una habitación rodeada por las llamas. Nuevamente el clérigo, usando el favor de su dios, arrancaba de las manos de la muerte al semiorco.
Enzarzados en un feroz combate, se encontraban Ele, Sigfried, y nuevamente Ulfgar, en contra de un extraño ser de armadura negra, armadura que poseía muchas puntas sobresalientes. Un poco más allá, sobre un mesón, yacían Zardek y Achen, en estado de inconsciencia.
Himsh, se batía contra un elfo que portaba espadas en ambas manos. Estático como una estatua, permanecía en medio de la sala un enano, quien sabe porqué razón.
Grownn trató de intervenir para ayudar a Himsh, pero el elfo se movió con una rapidez tal, que el semiorco no sintió cuando recibió dos golpes que lo hicieron caer nuevamente.
Desde el suelo, pudo apreciar antes de que se le cerraran los ojos, como Himsh era golpeado por una espada, y cuando caía al suelo, atravesado por la otra espada del elfo, para rematarlo.
La muerte nuevamente venía en busca de Grownn, pero los designios del destino son extraños.
Grownn despertó en la cueva que servía de entrada a la habitación del tesoro. El dolor era insoportable, y el olor a humo de la habitación que se consumía completamente inundaba el lugar.
Pasando la mirada a su alrededor, pudo comprobar que sus compañeros habían sobrevivido, pero Himsh no se levantaba, y Zardek no estaba.

Grownn se acercó al cuerpo de Himsh y lo agitó para que despertara.
- Despierta Himsh! No nos abandones!- dijo en un grito ahogado, pero el gigante semiorco no respondió.
- Está muerto Grownn...solo queda dejar que su cuerpo descanse...- dijo desde un poco más allá Ulfgar.
Sigfried realizó un pequeño ritual, según sus creencias para darle eterno descanso al guía del grupo.
No contento con esto, Grownn desenvainó una espada corta, se acercó al cuerpo de su compañero y le abrió el pecho.
- Descansa guerrero...que tu espíritu me acompañe, guía mi hacha, y dame valor...-
Tomó el corazón de Himsh con una mano, y bebió de su sangre.
- Pero que haces!- preguntó consternado Sigfried. - eso no es natural!-
Grownn no respondió, y haciendo un pequeño agujero en la tierra, enterró el corazón.

El grupo comenzó a discutir sobre las creencias de cada uno, pero Grownn no prestó atención. Sólo se sentó y con la vista perdida reflexionó sobre lo que habían pasado.

Así transcurrió el tiempo hasta que las llamas se extinguieron. Sería buena idea salir de ahí lo antes posible.
Ele se acercó a Grownn, y tirándolo de un brazo preguntó con su sonrisa característica:
- Oye Grownn...¿somos amigos no es cierto?-
- Hasta el momento no me has fallado...creo que si...-
- Excelente!- respondió Ele y se acercó a los demás a preguntar lo mismo.

Ya en la habitación, la destrucción era total. En un rincón yacía un bulto quemado, que por lo que dijeron los demás, era el cuerpo de Zardek.
Ulfgar se acercó y guardó algunas cenizas, lo mismo había hecho hacía un rato con el cuerpo de Himsh.
Para salir de ahí tendrían que trepar, por lo que Ele, ayudado por Sigfried , alcanzó el borde de la casa y pidió una cuerda para que todos pudieran subir.
Achen le lanzó una, y mientras Grownn avanzaba ultimó en la fila, de repente apareció al lado de Ele, en la parte superior.
- Pero que rayos!...¿que ha pasado? ¿cómo llegué acá?- preguntó sorprendido.
- No te preocupes Grownn...los dioses hacen cosas extrañas...además somos amigos- dijo el pequeño Ele y sonrió.
Grownn no preguntó más, tendrían que salir de ahí lo antes posible, y más tarde podría seguir preguntando. Tomó la cuerda con ambas manos y antes de que subiera Ulfgar, le pidió a éste que le alcanzara la gran hacha que yacía en el suelo.

Cuando todo el grupo estaba arriba, Sigfried puso en alerta a los demás. A lo lejos había divisado a 4 lagartijas verdes, si duda las mismas que lanzaban flechas, en dirección al bosque. Camino a la plaza, y por ende al fortín y a la biblioteca, se encontraba un reptil de piel gris, caminando en la techumbre de una casa. Tendrían que moverse rápido.
Caminarían hacia la plaza, Sigfried muy terco, se separó de los demás y se dirigió hacia la iglesia de San Cubert, Los demás lo alcanzarían luego de pensar que hacer.
Como resultado de una pequeña discusión, el resto del grupo decidió ir a buscar al paladín, pero cuando entraron a la iglesia, que estaba quemada, el humano no los dejó pasar a un lugar secreto. Sólo Ulfgar podría pasar, mientras Sigfried rezaba en el altar.
Ulfgar regresó luego de un momento cargado de pergaminos. El grupo comenzó a discutir que harían. Ya no tenían guía y entrar al bosque oscuro sin saber donde ir, era demasiado peligroso.
Grownn recordó de repente que Himsh entregaba información sobre sus andanzas en el bosque a alguien, y que seguramente ese alguien habría elaborado un mapa.
- Compañeros!...he recordado que Himsh le daba informes a alguien cuando volvía del bosque...al traidor de Doji!...posiblemente haya un mapa en el dojo, si queremos seguir sería bueno ir a buscarlo no creen?- dijo mientras miraba la reacción de sus compañeros.
Podrían seguir con la misión...pero para eso tendrían que llegar al dojo.
Emprendieron el camino con esperanzas renovadas...

miércoles, 25 de julio de 2007

Recogiendo todo lo posible...

A pesar de lo herido que estaba, Grownn comenzó a caminar mirando todo a su alrededor, en busca de algo interesante. Varias cosas captaron su interés, tomó una gran hacha muy pulida, de filo helado al tacto, y la cambió por la que portaba, descubrió unas botas de piel que se calzó de inmediato, unos zapatos muy pequeños que seguramente le quedarían a Ele, tres yelmos de extraña forma. Se puso el más extraño y liviano y siguió con su búsqueda. Le interesaba encontrar alguna armadura ligera que ponerse, ya que la que llevaba estaba convertida en jirones de cuero. Halló una de cuero tachonado que se puso de inmediato, entre muchas otras separó una muy pesada, que parecía ser de piedra, y una un tanto más pequeña.
Separó 7 espadas cortas que sobresalían entre muchas, 5 escudos muy extraños de metal, y dos de madera.
Mientras tanto, Ulfgar recorría la habitación curando a los heridos, dejándolos despiertos.
Zardek, el primero en despertar, se acercó a Grownn para preguntar que había pasado con la estatua.
- Esta como piedra de nuevo- respondió Grownn y siguió buscando objetos.
Todos, ya recuperados, imitaron a Grownn, y comenzaron a buscar cada uno por su lado. Pasado cierto tiempo, en la entrada del túnel, Grownn sintió una voz familiar.
- GROWNN...HIMSH BUSCAR...HIMSH CONTENTO!- gritó el gigante semiorco, detrás de una figura humana ataviada de armadura.
- Grownn...soy Sigfrid, pertenezco a la guardia de la ciudad, y sirvo a tu padre, el gran Holg...me alegra encontrar sobrevivientes- dijo el humano mientras miraba alrededor.
Grownn comprobó que el individuo decía la verdad, ya que portaba un pequeño estandarte de la guardia en sus ropas.
- ¿Mi padre esta vivo?-
- No lo sé...estaba combatiendo a una criatura enorme la última vez que lo vi, pero no encontré ni su cuerpo, ni el de la criatura- respondió Sigfrid.
- Eso me da esperanza...espero que siga con vida...acércate, estos guerreros los encontré mientras escapaba de unas enormes lagartijas, son todos de fiar- dijo el joven semiorco mientras se acercaba a Himsh.
- Me alegro de que sigas con vida Himsh, siéntate y descansa-

Terminadas las presentaciones de rigor, Grownn llamó a los demás y les fue pasando lo que podía quedarles al resto. El pequeño Ele se abalanzó sobre el montón de artículos seguramente movido por la curiosidad, pero Grownn lo levantó en el aire con un brazo.
- Tranquilo Ele...esto puede quedarte- dijo mientras le pasaba los zapatos pequeños y la armadura más pequeña.
- Ulfgar...esta armadura puede que te quede, parece de piedra...-
El enano se la puso de inmediato, mientras Grownn le pasaba el casco con orejas de metal a Zardek, y el que tenía unos pequeños vidrios en los ojos a Sigfrid.
Grownn tomó un escudo de madera negra, y se lo colgó a modo de mochila, los demás podrían tomar el que quisieran.
Ya repartido la mayoría de los objetos del montón, los demás guerreros comenzaron a intrusear por todos lados. Grownn tomó algunas monedas de oro y una enorme piedra verde, que parecía ser jade.
Así pasó el tiempo hasta que todos hubieron sacado lo que más les llamó la atención, Sigfrid descubrió que al acercarse a la fuente portando objetos, ésta les describía sus propiedades y cualidades, así que todos se acercaron para ver que cosa habían tomado. Lo más extraño que pasó fue que Zardek se puso un anillo y al acercarse a la fuente su apariencia cambió. Se había convertido en una hembra elfo, pero nadie se extrañó, solamente rieron.
Todos se dirigieron a la puerta cuando de repente la luz de la habitación se apagó y la oscuridad se hizo presente.
Era muy extraño lo que había pasado, el grupo comenzó a avanzar en línea para no caer en las trampas del túnel. Cada vez que pasaban por el sector peligroso, Ulfgar y Sigfrid brillaban en la oscuridad, situación que los dejó muy extrañados, pero salieron de ahí sin problemas.

A lo lejos se divisaba la entrada a la caverna, por lo que todos avanzaron rápidamente.
Grownn pudo notar a la distancia que en la entrada el suelo comenzaba a subir, y de las paredes laterales algo salía.
- Algo pasa en la entrada, parece que se cierra!- gritó mientras corría a toda velocidad.

No avanzó mucho ya que de los montículos aparecieron unas extrañas máquinas que avanzaron hacia ellos claramente con no muy buenas intenciones.
Ulfgar usando su extraño poder, iluminó una roca, arrojándola cerca de la entrada para que todos vieran mejor.
Las máquinas avanzaron y el combate comenzó.
Grownn se acercó a una máquina azul y trató de golpearla con todas sus fuerzas. El combate estuvo parejo, parecía que el metal del cual estaba hecho el armatoste metálico era muy resistente. Grownn recibió algunos golpes de martillo, hasta que pudo asestar un golpe que terminó por dejar al objeto todo abollado, sin funcionamiento.
Un sonido muy fuerte se dejó sentir desde la parte trasera de la cueva, Grownn fue sorprendido y quedó paralizado pero consciente.
Pasó un momento hasta que pudo moverse nuevamente, miró a su alrededor y se percató que muchos aparatos ya estaban fuera de combate, Himsh se había encargado de la retaguardia, eliminando un par de armatostes rojos, por su parte, Ulfgar ya tenía uno a sus pies y Sigfrid golpeaba todavía a uno azul. El humano Achen estaba siendo atacado por uno rojo, pudo destruirlo pero enseguida detrás de éste llegó otro y lo golpeó tantas veces que cayó inconsciente. Zardek no resistió tantos golpes, como no portaba armadura, cayó irremediablemente.
Sólo quedaba un artefacto rojo, y Sigfrid, Himsh, Ulfgar y Grownn se acercaron a destruirlo.
Sorpresivamente el pequeño insecto metálico dejó fuera de combate a Himsh, hasta que fue destruido.
Ulfgar sanó las heridas de sus compañeros caídos, pero cuando se acercó al humano Achen se percató de que estaba muerto.
- Compañeros...Achen no sobrevivió...lo lamento...- dijo mientras se inclinaba y oraba a su dios.
- Salgamos de acá- dijo Sigfrid y comenzó a avanzar.
Grownn y los demás siguieron al humano hasta la entrada, Himsh cargó a Zardek y Achen y los dejó para cerrar la extraña puerta circular. No pudo a pesar de su enorme fuerza.
Por lo que Grownn escuchó, el símbolo en ella pertenecía a la deidad que Sigfrid seguía. La puerta fue cerrada luego de una pequeña búsqueda, ya que poseía un extraño mecanismo.

Ulfgar terminaba de curar a los heridos, cuando Himsh se recostó a descansar. Grownn haría lo mismo, pero antes esperó a que Sigfrid explorara la parte superior de la tienda de caza, cercionándose de que estarían seguros.
Quedaron en hacer guardias, por lo que Grownn dormiría hasta que lo despertaran.
Así pasó la noche cuando Grownn despertó sobresaltado con una mano en su boca. Era Sigfrid.
- Arriba hay algunas personas, no hables...son enemigas- dijo casi murmurando.
Grownn asintió y se incorporó agudizando su oído.
Pasó un momento y pudo escuchar que habían sido descubiertos. Tomó su hacha con ambas manos y les mostró a los demás el peligro que corrían.
Sigfrid no esperó más, y usando una maza golpeó con tal fuerza el techo del sótano, que un pie del supuesto enemigo quedó colgando.
Grownn se abalanzó con todas su fuerzas para golpear esa pierna, pero repentinamente sintió a sus espaldas un empujón de proporciones. No pudo guardar el equilibrio y se golpeó con su propia arma.
Grownn caía inconsciente...

miércoles, 18 de julio de 2007

La habitación del tesoro...

Las heridas producidas por las flechas de los reptiles producían un extraño ardor en el cuerpo de Grownn.
Se sentía mas cansado de lo normal, le zumbaba la cabeza y le dolían los músculos.
Trató de bajar del techo para seguir los pasos de Himsh, quien ya había entrado a la tienda de caza con ambos cuerpos sin vida de los reptiles.
- Tenemos que bajar, puede ser que anden rondando más reptiles por ahí y sobre este techo somos muy visibles- dijo el enano Thorin, quien de un salto cayó al suelo. Producto del impacto la armadura se remeció un instante produciendo un sonido de latas entrechocándose.
Grownn se dispuso a bajar con algo más de cuidado, pero por el extraño cansancio que sentía no logró impedir un nuevo moretón en su cuerpo.
- Enano...me siento mal, estoy muy cansado y me siento débil. Creo que las flechas que me hirieron tenían algo.-
Luego de pensar un momento, Thorin respondió.
- Cuando me hirieron, también sentí algo raro en mi sangre, probablemente estaban envenenadas-

Ya dentro de la tienda, Grownn pudo ver como Himsh, notablemente más pálido, se balanceaba de un lado a otro, tirando todo lo que rozara su cuerpo, recogiendo cosas de madera para apilarlas bajo el agujero por donde habían caído los reptiles de piel gris.
Los demás compañeros yacían tendidos en el suelo descansando, intercambiando palabras entre ellos mientras que Himsh prendía la pila de cosas para asar el primer cuerpo de un reptil.
- Parece que estoy envenenado- dijo el humano calvo.
- Yo igual, me siento muy mal- respondió Grownn mientras se acercaba a una vitrina tras el mostrador, en donde habían muchos frascos. Todos tenían unos pequeños cartelitos en un idioma familiar que Grownn había visto en el dojo, pero como no sabía leer no pudo hacer nada.
- ¿Qué buscas Grownn? Escuché que tu y Achen estaban envenenados. Puede ser que en esos frascos haya algún antídoto pero no entiendo las letras- dijo Zardek acercándose a la vitrina.
Achen, ya más cerca de la vitrina pudo descifrar algunas letras de los cartelitos, pues según él, estaban escritas en chino.
- A...C4...B...lamentablemente no dicen nada más, así que podrían ser cualquier cosa-
Zardek se acercó al mostrador, y viendo que estaba destrozada recordó de repente que en el subterráneo había encontrado algo.
- Ele ¿recuerdas que abajo encontramos algo parecido a una lista? ¿Me lo prestas?- dijo extendiendo su mano hacia el pequeño halfling.
- No hay problema...toma- dijo mientras sacaba de su mochila un papel doblado.
Zardek lo extendió y se lo mostró al humano quién miró asombrado.
- ¡Es una lista de venenos y antídotos!...antídoto contra venenos de insectos, hiedras, hongos...y reptiles!- dijo emocionado mientras abría la vitrina y sacaba un par de frascos y le pasaba uno a Grownn.
- Tómalo de inmediato...y dale uno a Himsh- dijo mientras tragaba de un sorbo el contenido de su frasco.
Grownn se acercó al gigante mientras tragaba su frasco y le acercó uno.
- Himsh, tómate esto-
- Himsh comer lagartija, hace bien- respondió el gigante mientras le acercaba un trozo a Grownn y siguió tragándose al reptil.
El olor de la carne asada le abrió el apetito a Grownn, quien encantado le hincó los dientes a un trozo de cola. La carne estaba muy buena, un poco picante pero sabrosa. Le ofreció un poco a los demás pero nadie quiso aceptar.
- ¿Todos ustedes son tan raros?- preguntó Thorin con cara de recelo.
- Una buena carne siempre es apreciada jajajajaja- respondió Grownn.
Himsh ya casi había terminado con ambos cuerpos, su piel volvía a tener el tono verdoso característico de los semiorcos. Tomó una manta y se tendió a dormir.

Repentinamente unos extraños sonidos de aleteos provenientes del sótano se dejaron sentir. Ele de un salto bajó la puerta y se paró encima de ella. Lo mismo hizo Zardek.
Grownn al ver esto tomó de la cola el cuerpo de un reptil de piel gris, y lo arrastró hacia la trampilla.
- ¿Que pasa? ¿porqué esas caras?-
- ¿Escuchas esos aleteos? Son unas extrañas criaturas aladas a las que ya nos hemos enfrentado, son muy horribles- dijo el elfo algo más tranquilo. Ele por su parte recordó a los demás que bajo el fuego, había un hoyo, y que si se quemaba el piso las criaturas subirían sin remedio.
Zardek se acercó a la pequeña fogata y apagó las llamas con su odre de agua, para evitar que el humo inundara la habitación, cubrió las brasas con su capa.
La idea fue buena, pero la capa se quemó sin remedio.
Ya apagado el fuego la luz del sol ingresó a través del hoyo y se sintió un sobrecogedor grito desde el sótano, seguido de sonidos de frascos rompiéndose.
- Creo que el sol las ahuyenta- dijo Ele – deberíamos volver a ver que hay al final de la cueva.-
- Me siento muy cansado compañeros, y así no soy de mucha ayuda...voy a dormir un momento, si me necesitan me despiertan- dijo Grownn y se tendió en el suelo.
Ele se quedaría también, junto a Ulfgar y Grownn.
Zardek asintió, y acompañado de Thorin, y Achen bajaron.

Pasó un momento muy corto, o eso creyó Grownn, cuando de un pequeño empujón despertó.
A su costado estaban Ele y Ulfgar.
- Grownn necesito ir a la biblioteca, ¿sabes donde es?- preguntó el pequeño algo inquieto.
- Si, no queda muy lejos de acá, ¿quieres ir ahora ya?-
- Lo antes posible-
- ¿Pero y los demás? No me gustaría dejarlos acá sin saber donde hemos ido, además mi compañero Thorin puede ser de gran ayuda- dijo Ulfgar, mientras rascaba su barba.
- Pues bajemos a buscarlos, pero ya!- reclamó Ele mientras abría la trampilla.
Grownn trató de despertar a Himsh, pero no pudo. Aunque cubierto como estaba, no sería visto desde afuera, así que bajó más tranquilo.
Ya abajo, la poca luz que entraba por el agujero no impidió ver regados por todo el suelo, muchos frascos quebrados. En un rincón, la entrada de una extraña cueva, y a lo lejos 3 figuras que permanecían como estatuas. Los tres personajes que recién habían bajado, avanzaron hacia las figuras, Grownn notó que en las paredes sobresalían raíces por doquier además de que la tierra inundaba todo. Repentinamente las figuras de los compañeros se movieron sobresaltados. Zardek dijo:
- Salgamos de acá antes de...- y no pudo decir más porque a lo lejos avanzaban hacia el grupo cuatro extrañas formas aladas.

Éstas emitieron un grito sobrecogedor que casi los dejó paralizados, y ya encima los personajes no tuvieron más que defenderse como pudieron.
Grownn lanzó un destajo al aire pero asestó un golpe a Thorin quien enojado mató dos de esas extrañas cabezas aladas.
- Lo siento Thorin- se disculpó Grownn y mató a otra criatura, y no pudo hacer más puesto que recibió un mordisco de la última cabeza alada, que lo dejó paralizado.
La vista se le nubló de inmediato y no recordó más hasta que Ulfgar apareció de repente a su lado. Sin duda algo había hecho para sacarlo de esa extraña parálisis.
Lo mismo hizo con el humano que estaba como estatua unos metros más allá.
- Síganme...encontré algo y necesito que vengan- dijo el enano mientras avanzaba hacia una extraña luz en el fondo.
Avanzado un buen trecho, Grownn pudo notar que la cueva cambiaba, ahora era blanca como mármol bien pulido, iluminada por antorchas a ambos lados. Al fondo una extraña puerta les impidió seguir avanzando.
Grownn notó que Thorin no estaba y preguntó por él.
- Ha caído en una trampa...lo lamento pero no he podido hacer nada...- respondió Ulfgar notablemente acongojado.
La puerta no presentaba cerradura alguna y Grownn se dedicó a mirar solamente.
El pequeño Ele maldijo en su lengua y se asombró. Siguió hablando en su lengua y quedó aún más sorprendido.
Ele comenzó a hablar en muchos lenguajes y Grownn solo comprendió lo que dijo cuando habló en orco.
- Ábrete puerta- dijo el pequeño pero su cara cambió.
- ¿Ustedes vieron eso?- preguntó a los demás y todos respondieron al unísono que sí.
Cada uno pronunció palabras en su lenguaje racial y la puerta se abrió.

En el interior una extraña habitación circular llena de tesoros y armas regadas en el suelo les dio la bienvenida. En el centro una fuente de agua iluminada por un haz de luz. Al fondo, cuatro estatuas.
- Son los aventureros del cómic!- dijo Ele sorprendido.
- Sí...este es mi maestro cuando era joven- dijo Achen mientras extendía su mano hacia la estatua.

Cuando la tocó, ésta comenzó a cambiar de color, hasta que cambió completamente y se movió, poniéndose en posición de combate.
Achen en un rápido movimiento saltó hacia atrás y esquivó un posible golpe.
La estatua detuvo sus movimientos y esperó.
Todos estaban sorprendidos, Zardek notó que arriba existía otra trampilla por donde debería entrar luz, pero parecía estar cerrada.
Grownn se acercó a la fuente y puso su mano entre la luz y ésta.
No alcanzó a reaccionar ante una lluvia de shurikens provenientes de la estatua, que le llenaron el torso y lo dejaron malherido e inconsciente.
Nuevamente fue despertado por Ulfgar y sin pararse notó que Ele metía una cuchara en la fuente, lo que hizo salir de su cuerpo una extraña nube púrpura que se desvaneció en el aire.
De repente un extraño grito emitido por Zardek llamó la atención de todos. Al elfo le comenzaron a crecer las orejas, tomando una extraña forma alada. Ele en un rápido movimiento metió nuevamente la cuchara a la fuente y le dio de beber al elfo. La misma nube abandonó el cuerpo de Zardek, pero sus orejas no se achicaron, sino que se cayeron al suelo dejando al elfo con una extraña apariencia.
Achen se acercó raudo a la fuente y bebió un trago. La misma nube abandonó su cuerpo, pero no pudo hacer nada más ya que una veloz jabalina atravesó su cuerpo clavándose un poco más allá. Achen cayó inconsciente a un lado de la fuente.

La estatua volvió a caminar calmadamente en dirección a la jabalina, la que sacó del muro sin mucho problema.
Un poco más allá, Zardek agitó una varita y Ele se elevó en el aire en dirección a la trampilla seguramente para abrirla y dejar entrar más luz. Pasó un momento y una explosión proveniente de la trampilla asustó a todos. De repente comenzaron a caer trozos de vidrio y Ele cayó estrepitosamente al suelo. Zardek alcanzó a esquivar una jabalina que la estatua había lanzado.
Ele corrió al sector seguro que parecía ser bajo el nivel de la fuente y la estatua se calmó.
- Tenemos que iluminar más la habitación...creo que un diamante podría servirnos- dijo Ele mientras se sacudía el polvo de la cara y de la ropa.
- Podemos usar estos espejos para impedir el movimiento de la estatua no?- propuso Grownn mientras recogía unos trozos del suelo. Zardek asintió y apuntaron a la estatua que esquivó los rayos. La idea parecía buena.
Los tres compañeros que estaban conscientes planearon alumbrar un sector para que Ele buscara una gema suficientemente grande, se prepararon y alumbraron un sector. Ele tomó aire y saltó hacia el túnel de luz. Logró tocar una gema pero no esquivó una patada voladora que la estatua le propinó y salió volando hasta enterrarse entre las monedas de oro un poco más allá. Zardek dirigió su rayo de luz hacia la estatua y le dio al brazo. El brazo se convirtió de inmediato en piedra. Zardek gritó de alegría pero no duró mucho ya que una jabalina logró alcanzarlo y lo dejó tendido en el suelo.
Grownn aprovechó la distracción y dirigió su luz hacia la estatua logrando convertirla en piedra totalmente.
- Uffff...- respiró Grownn, y se tendió de espaldas en el suelo. Al fin podría relajarse.

sábado, 7 de julio de 2007

La misión...

- Enano...no tuve tiempo de agradecerte que hayas salvado mi vida en la iglesia...estoy en deuda contigo, ¿cual es tu nombre?- dijo Grownn posando su mano sobre el hombro del nuevo compañero.
- Me llamo Ulfgar, y no me debes nada...sólo sigo las enseñanzas de Faralang y es mi deber- respondió en enano con una leve sonrisa en su rostro. Grownn se sorprendió por la humildad del enano, y se prometió saldar la deuda alguna vez.

Unas pequeñas piedrecillas en el suelo que iluminaban la habitación llamaron la atención del semiorco, quien las tocó con su dedo desconfiadamente para ver si emitían calor. Eran bastante extrañas, pero no se fijó mas en ellas, puesto que el humano había vuelto de alguna parte cargado de frutas.
Grownn tomó un par y debido a lo ajetreado del día no pudo saciar su hambre. El otro enano, ya recuperado de su inconsciencia, sacó un par de piezas de carne seca, repartió algunas entre los presentes y Grownn hambriento a más no poder miró con ojos de cordero degollado para ver si le tocaba algo.
Por suerte el enano recordó que el semiorco había cargado con el cuando estuvo en peligro y le regaló un trozo que Grownn disfrutó muchísimo.

Los 2 personajes nuevos se presentaron y relataron unas extrañas historias de cómo habían llegado a Kalethean, pero debido al cansancio, Grownn no pudo escuchar más que algunas frases y se tendió en el piso para dormir.

- Despierta Grownn- sintió a lo lejos, y cuando abrió los ojos el sol se colaba por las rendijas de las ventanas. El elfo llamado Zardek estaba despertando a todos, salvo a Thorin que hizo guardia toda la noche, el enano que parecía seguir a todos lados a Ulfgar.
Grownn miró a todos lados y se dio cuenta que todavía no regresaba el extraño tipo llamado Davis, que pidió ser esperado en ese lugar.
Ya mas despierto, y repuestas las fuerzas, Grownn pudo mirar con más detenimiento a los extraños personajes que estaban en la habitación. El humano llamado Achen, era un monje que participó en el torneo de escuelas representando a los Takeda. Cerca Ulfgar y Thorin, el primero usaba un bastón de arma, y el segundo llevaba a todos lados una gran hacha similar a la de Grownn, además de una espada corta. Por algún motivo no se separaban.
Más allá descansaba un halfling vestido muy elegantemente. Zardek, el elfo, le llamaba Ele.
Todos venían de lugares lejanos a Kalethean.

De repente, el ruido de la ventana abriéndose puso en alerta al semiorco, que en un rápido movimiento rodó por el suelo para ponerse a un costado de la ventana, blandiendo su hacha en espera de lo peor.
Por suerte sólo era el tipo que anoche había salido. Sus ropas cubiertas de sangre sorprendieron a Grownn, ya que parecía que no provenía de heridas de su cuerpo.
- Me alegra que hayan esperado acá...¿tu dijiste que eras de este dojo no? ¿Dónde está Seiyuro Takeda?- preguntó Davis al humano monje.
- No lo sé, anoche llegamos a buscarlo pero ya no estaba...creo haber escuchado que emprendería un viaje uno de estos días...- respondió Achen.
- Mmmmmm...es lamentable...y tu, ¿debes conocer a Doji? ¿cómo te llamas? - preguntó nuevamente el tipo.
- Soy Grownn, hijo del gran Holg...yo viví con Doji, pero ha traicionado a la ciudad y a mi padre...anoche pude ver como se marchaba con los encapuchados.-
- Eso es bastante malo- dijo, y siguió interrogando a los presentes.
- Muy bien...creo que pueden servirme. El hijo de Holg parece muy fuerte y creo que hará honor a su estirpe, un enano clérigo siempre ayudará, un humano monje, alumno de Seiyuro es infaltable, un elfo mago pude ayudar mucho con sus conjuros, Ele es imprescindible...pero tu enano, no se en que puedas ser útil- dijo Davis dirigiéndose a Thorin que reaccionó desconcertado.
- Es un buen compañero y muy hábil con el hacha, viene conmigo- Respondió rápidamente Ulfgar.
- Correcto entonces...pues como ya imaginarán, la ciudad fue masacrada, la plaza parece que fue el lugar de reunión de los encapuchados que mencionaron, los que pertenecen a una extraña secta. Ya no queda nada en ese lugar. Según tengo entendido, las demás ciudades sufrieron la misma suerte, en un ataque simultáneo murieron miles de personas. La guardia de esta ciudad pudo repeler el ataque a duras penas, y se fueron de acá. Tengo la esperanza de que podrán ayudarme a encontrar una persona que es fundamental para detener esto. Para esto Ele tu eres fundamental, ya que como representante de tu padre, esta persona te reconocerá y accederá a escucharlos. Si voy personalmente, nunca se presentará.- comentó Davis.

La cara de asombro se hizo presente en cada uno de los personajes, Davis parecía estar muy bien informado acerca de todo y al mencionar que la persona que buscarían se encontraba en el bosque oscuro, Grownn y Ulfgar no pudieron evitar sorprenderse aún más.
- Mi maestro Johan me dio una lista de personas para buscar que pueden ayudarle, ya que ha caído presa de una extraña enfermedad...y el nombre que has dado corresponde justamente a una de las personas de dicha lista.- dijo el clérigo revisando una y otra vez un trozo de papel.
- Mmmmmm... así perteneces a la orden en la que Johan es el superior...lamento profundamente que haya sido presa de algún hechizo o conjuro, pero ya me lo esperaba.- respondió Davis frotándose la pera muy preocupado.
- Bueno, para los que quieran aceptar esta misión, abajo les espera un guía que conoce mucho el bosque oscuro, cuando hayan completado esta misión yo los encontraré...les deseo mucha suerte...puede que se conviertan en la gran esperanza del reino...adiós- y con un movimiento de su mano hizo aparecer ante sí una extraña ventana la que al atravesar desapareció junto con él.
- Ulfgar...ya nada me ata a esta ciudad, espero que mi padre siga con vida. Como estoy en deuda contigo te acompañaré al Bosque Oscuro.-
Con un asentimiento generalizado, descendieron todos los presentes al primer piso para ver quien sería su guía.

Tendrían todo el día para armarse y aprovisionarse, ya que el viaje que se les venía encima era largo. Grownn había visto en la noche una bodega en las cercanía de la casa principal, y por lo que recordaba de la noche anterior, Achen había mencionado que ahí tenían armas guardadas. Se dirigió hacia ese lugar acompañado de Thorin cuando en el jardín pudo ver con claridad quien era el guía que Davis había traído.
- Himsh! Veo que estás vivo y eso me alegra-
- Himsh feliz de ver Grownn- respondió el gran bárbaro semiorco con una sonrisa muy amplia en su rostro.
- Acompáñame, estas personas son amigos, conozco a este par de enanos, me han ayudado mucho estas últimas horas, no los ataques-
Himsh posó su mirada en ambos enanos, seguramente recordando la paliza que les había propinado a unos cuantos hacía algunos días atrás, y sonrió nuevamente caminando hacia la bodega de armas. Los otros compañeros se dedicarían a otras tareas mientras, así que Ulfgar, Achen, y Zardek fueron a recorrer el dojo. Ele los acompañaría.
En la entrada de la bodega un candado impedía el ingreso. Grownn indicó a Himsh que lo quitara, y sin problemas el gigante lo arrancó entregándole a Grownn los restos del candado.
Ingresaron y pudieron ver que habían muchas armas cortantes, sin duda usadas de exhibición por los monjes.
Grownn tomó un par de hachas arrojadizas y las puso en su cinto, al igual que una espada corta. En poco rato los demás también cogieron algunas armas y se reunieron en la entrada del dojo a discutir.
- Me gustaría ir a una forja compañeros, me gustaría llevar encima una armadura- pidió Ulfgar mirando a Thorin que sin lugar a dudas necesitaba una urgente. Los demás asintieron, y como Grownn conocía la ciudad sirvió de guía. Las calles desiertas y polvorientas casas destruidas era lo único que se veía en todas direcciones. Ya en la forja más cercana entraron en busca de algo que ponerse. Como nadie estaba en su interior no tendrían que pagar por lo que sacaran. Grownn agradeció encontrar una armadura de cuero tachonado de su tamaño, la que se colocó de inmediato para salir lo antes posible de ahí. Los demás tomaron algunas cosas que les parecían útiles y salieron.
- Quisiera ir a alguna tienda de cacería, ¿existe alguna cercana?- Preguntó el pequeño Ele, y Grownn los guió nuevamente. Esta vez entraron a la construcción todos menos Himsh y Thorin.
Zardek tomó un arco y flechas, y Ele tomó un extraño látigo luego de buscar minuciosamente. Grownn y Achen por su parte, cogieron un par de mochilas, una cuerda para cada uno, y un par de ganchos.
Grownn registró el lugar donde guardaban el dinero y sacó las monedas que ahí habían.
- Le servirán mejor a los vivos que a los muertos- pensó y las guardó.
Repentinamente Thorin ingresó a la tienda empujado por Himsh, quien se cubrió con la puerta sin antes tomar su doble hacha orca entre las manos.

Un ruido familiar proveniente del techo hizo que todos permanecieran en silencio, Achen preocupado comenzó a buscar una salida alternativa, mientras que Zardek comenzó a buscar alguna trampilla tras el mostrador para ingresar a un posible sótano donde ocultarse cuando un par de flechas ingresaron al recinto clavándose muy cerca de Grownn.
Ele de un salto se puso a cubierto tras el mostrador de la tienda, mientras que un gran impacto se dejó sentir en el techo, seguramente producto de un golpe muy poderoso.
Himsh notando esto, desenvainó una de sus espadas cortas y la arrojó al lugar donde la madera se veía rota.

El cuerpo de un reptil igual a los de la iglesia cayó en el centro del lugar, pero Grownn atento a todo movimiento se abalanzó sobre él con tal ímpetu que la mató de un solo golpe con su hacha.
El golpe fue tan poderoso que el piso del lugar se rompió dejando al descubierto un pequeño agujero que indicaba la existencia de un sótano.

Mientras tanto seguían entrando flechas por las ventanas, Grownn se movía de lado a lado esperando el ingreso de otra criatura cuando recibió una flecha en la pierna, posiblemente envenenada ya que se sintió mareado de inmediato a pesar del poco daño recibido.
El otro reptil no se hizo esperar y de un salto se posicionó muy cerca de Zardek, propinándole un mazazo que dejó inconsciente de inmediato al elfo.
Achen, Thorin y Grownn se arrojaron sobre el reptil, mientras que Himsh de un salto salió por el agujero del techo.
La criatura esquivaba algunos ataques pero rodeado por 3 no duró mucho. Luego de asestar un poderoso mazazo en el hombro de Grownn, que casi se desmaya por el dolor, el reptil cayó muerto por el hacha del semiorco que cercenó de lado a lado el hocico de la criatura.
- Esto me dolerá muchos días- pensó Grownn mientras se acercaba a la ventana, sobándose el hombro golpeado, para ver donde se había metido Himsh.


Este último ya había subido a la techumbre de en frente y enfrentaba a los atacantes sin miedo. Eran un par de criaturas muy parecidas a los reptiles que ya habían matado, salvo que éstos eran verdes y portaban arcos.
Grownn salió rápidamente de la tienda y de un salto subió al techo donde estaba Himsh. Detrás el enano, con algo mas de dificultad había subido también, y entre ambos comenzaron a atacar a las criaturas.
Uno de los reptiles presentaba seria heridas, incluso se notaban algunas vísceras saliendo del cuerpo, y la otra estaba en perfecto estado.
Grownn sintió su sangre arder llegando a su cerebro y en un ataque de furia se abalanzó sobre el reptil que no presentaba heridas. Sin embargo, la rapidez del enemigo fue tal que el semiorco no pudo tocarlo, lo mismo pasó con los ataques de Thorin.
Repentinamente Himsh comenzó a gruñir con mucha ira, sus músculos crecieron, y sus ojos se tornaron enrojecidos por la sangre. Con un par de cortes acabó con ambos reptiles sin mucho esfuerzo. Ya más calmado se acercó a uno de los cuerpos decapitados y lo tomó de la cola.
- Eres muy poderoso Himsh, ahora bajemos y larguémonos de aquí, deja eso acá- dijo Grownn.
- Himsh tiene hambre, Himsh comerá- replicó el gigante y todos bajaron hacia la tienda en busca de los demás.

jueves, 5 de julio de 2007

Un extraño encuentro...

No había tiempo que perder. El techo de la iglesia ya se venía abajo debido a las llamas que se extendían cubriéndolo casi todo. La única vía de escape posible estaba a pasos. Grownn se acercó al humano que yacía en el suelo, y con la ayuda de una de las robustas pero pequeñas personas lo cargaron, y se acercaron al ventanal. El otro personaje buscaba algo que Grownn no alcanzó a comprender, su acompañante asomó la cabeza por entre los vidrios rotos y como no vio moros en la costa, salió.
Grownn estaba por salir cuando la techumbre se desplomó, pero gracias al otro barbudo ser que lo empujó a tiempo, salieron todos ilesos.

Ya afuera, el joven semiorco pudo percatarse que eran enanos quienes habían combatido a su lado, el humano estaba muy herido, e inconsciente.
Todos presentaban serios daños en sus armaduras, y quedarse ahí no era una buena idea.
- ¿Quién eres? ¿Conoces algún lugar seguro?- preguntó uno de los enanos.
- Mi nombre es Grownn, y el único lugar seguro que conozco son las montañas y el gran bosque...no creo que sea buena idea dirigirnos hacia esa llama que se ve a lo lejos, así que podríamos ir hacia el sur- dijo Grownn esperando no tener que toparse con algún enemigo.
- Creo que voy a avanzar primero, si no veo algún peligro delante, les aviso que avancen- dijo y partió rápidamente, casi sin hacer ruido, moviéndose entre las sombras de las construcciones, mirando con sumo cuidado. Cada cierto tiempo, Grownn volteaba y avisaba con un movimiento de mano que lo siguieran los demás. Los 2 enanos avanzaban lentamente cargando entre ambos al humano herido.
Uno de los enanos cargaba una armadura muy ruidosa y eso ponía en peligro a los demás. Cuando llegaron a la posición de Grownn este dijo:
- Haces mucho ruido con esa armadura, deberías quitártela-
El enano de mala gana se la sacó de encima, pero en su interior sabía que el semiorco estaba en lo correcto, y no dijo nada.

Así se acercaron cada vez más al dojo de Takeda, que a lo lejos parecía desierto.
Grownn avanzó nuevamente para explorar cuando sintió a sus espaldas unos extraños ruidos. De repente un par de virotes cayeron cerca de su posición y Grownn a duras penas logró esquivarlos. Los proyectiles venían del techo de las construcciones, y debido a la lejanía, el semiorco no pudo notar más que pequeñas siluetas.
Los acompañantes notaron el ataque y trataron de ponerse a cubierto, pero un virote dio directo en la espalda de uno de los enanos, dejándolo tumbado en el suelo. El otro enano, dejando en el suelo al humano que cargaba, corrió a toda velocidad y usando su escudo logró detener otro proyectil.
- ¿QUIENES SON? ¿PORQUE NOS ATACAN? BAJEN Y PELEEN VALIENTEMENTE!- gritó Grownn, pero no obtuvo otra respuesta más que un par de virotes que se clavaron cerca de sus pies.
A lo lejos pudo ver como el enano que seguía de pie hablaba con las sombras y parecía que ellas no lo atacaban.

De pronto una de las sombras bajó de su escondite revelando a una persona pequeña, parecida a un niño que portaba una ballesta, se acercó al humano inconsciente y lo despertó.
Por la lejanía de la posición, además de la atención prestada a un posible nuevo ataque, Grownn no escuchó muy bien la conversación, sólo vio que el pequeño se alejaba del humano y le disparaba.
Sorprendido, el semiorco pudo apreciar como el humano desviaba el virote con una de sus manos, lo que pareció convencer a los extraños atacantes, quienes desaparecieron tal y como habían llegado.

El humano ya recuperado indicó a los demás que ingresaran al dojo, que era su hogar y ahí no correrían peligro. Grownn se acercó al enano herido, y luego que su compañero le extrajera el virote y lo vendará, lo cargó al interior de la escuela de monjes de Takeda. El interior de la construcción parecía desierto, ni luces ni ruidos. Cerca de la entrada Grownn notó que alguien abría una de las ventanas del segundo piso, y lo más despacio que pudo le dijo al enano que seguía en pie:
- Hay algo en el piso superior- y dejando al enano durmiente en el suelo, tomó su arma y esperó a un costado de la entrada, en posición de defensa. El humano ingresó sin miedo al interior, buscando algo. Mientras que el enano metía su cabeza en la puerta para ver, Grownn pudo ver un extraño destello que provenía del interior.
- He visto que no has tratado de matar a mi compañero, no somos enemigos, éste es el hogar del humano y venimos buscando refugio- dijo con potente voz el enano entrando a la habitación.
Las palabras convencieron al extraño personaje, quien subió de inmediato a la parte superior del dojo. Siguiendo los pasos de los demás, Grownn cargó nuevamente al enano inconsciente y subió.
Pudo ver que la pequeña habitación estaba iluminada por unas pequeñas piedrecillas, cerca del individuo un par de bultos en el suelo.
- ¿Pueden ayudar a mis compañeros?- preguntó y de inmediato el enano se acercó a los bultos y usando su extraña magia pudo despertarlos.
- Me gustaría que los cuidaran hasta que vuelva, al amanecer regresaré...- dijo y desapareció escaleras abajo.

El humano se acercó a un estante y de él sacó unas cuantas botellas
- Son pociones curativas- dijo y repartió algunas. Grownn le dio de beber el contenido de una al enano, quien despertó inmediatamente, algo extrañado.
Luego de beberse el contenido de una botella, el semiorco se sintió un poco más aliviado, se acercó a los cuerpos somnolientos de los bultos que permanecían en el suelo y distinguió a un espigado elfo y a un pequeño niño, o eso parecía.
Tomó de la capa al mago y lo arrastró hacia la muralla para dejarlo sentado, pero éste despertando repentinamente y claramente asustado atacó a Grownn.
Por poco y asesta un buen golpe que el semiorco detuvo muy bien.
- Golpeas bastante fuerte, elfo. No te haré daño, descansa- dijo y se dirigió hacia donde el niño para hacer lo mismo.
Luego se acercó al enano que lo había salvado en la iglesia, se sentó a su lado y pudo relajar los tensos músculos para descansar aunque fuera un momento.

* Imágen sacada de aca

lunes, 2 de julio de 2007

La reunión...

Los gritos provenientes de la plaza volvieron a invadir el ambiente. El silencio del bosque parecía incrementar todos los sonidos, especialmente el rápido latir del corazón de Grownn.
Miró alrededor para buscar una rama de tamaño mediano, tomó un hacha de su cinto y la dejó casi como un palo. Con un par de golpes dejo en cada extremo una punta algo afilada y la clavó en el suelo. Se dirigió al cuerpo decapitado de la extraña criatura que yacía cerca. Cogió la cabeza con ambas manos y la enterró en la parte superior de la estaca recién clavada.

- Maldita bestia...servirás de alimento a las criaturas del bosque...- murmuró mientras volvía al lugar donde su hermano descansaba. Pensó un momento y llegó a la conclusión de que no sería buena idea llevar el cuerpo a la ciudad. Revisó cuidadosamente el cuerpo en busca de algún recuerdo que pudiera llevar encima pero no encontró nada.
Trató de quitarle la coraza del pecho, pero las abolladuras provocadas por el combate se lo impidieron.
Sin nada más que hacer, Grownn cogió un puñado de tierra y la dejó caer suavemente sobre el cuerpo de su hermano.
- Descansa en paz hermano, guía mis pasos y dame valor cuando lo necesite...adiós- Dijo mientras se colgaba su arma en la espalda y cogía el hacha doble orca de su hermano, un arma poderosa que sin duda su padre merecía conservar.

A medida que salía del bosque, Grownn divisó a lo lejos la extraña llama de la criatura que vio hacía unos momentos en la plaza, los gritos no cesaban, pero volver solo a combatir no era una idea muy convincente. Tomó rumbo al fortín para ver si su padre estaba ahí, o algunos guardias a quien pedir ayuda. Enfiló el rumbo por una calle silenciosa, no se veían luces en las casas aledañas, ni personas, ni las mismas ratas que nunca faltan.
A lo lejos, en la torre del fortín divisó una extraña figura que no parecía ser de la guardia.
Grownn se ocultó en las sombras, trató de no hacer ruido y se acercó. La lejanía impidió esclarecer dicha figura, pero notó que vestía como los encapuchados de la plaza y eso no le trajo buenos pensamientos.

Decidió alejarse, pero en ese mismo instante, las puertas del fortín se abrieron, y salieron un par de criaturas parecidas a grandes lagartos.
El joven semiorco se propuso alejarse de ahí cuanto antes, las criaturas se movían a ambos lados de la calle rastreando atentamente.
Afortunadamente Grownn encontró una caja donde ocultarse, y no dudó en hacerlo. A través de un agujero en la caja pudo ver como las criaturas se acercaban cada vez más. Debía pensar rápido que hacer para no ser descubierto, registró el interior de su escondite pero no encontró nada, así que cogió un hacha arrojadiza de su cinto y la tiró con todas sus fuerzas detrás de los lagartos.
El ruido de las cajas cayendo atrajo la atención de las bestias, quienes se movieron muy veloces al lugar. Acto seguido Grownn vio como una lluvia de flechas provenientes de la torre, llenaba el lugar donde su hacha había golpeado y sin pensarlo dos veces salió de su escondite sigilosamente, dejando el arma de su hermano.
- Volveré por ella hermano...- pensó.

Mientras caminaba escuchó a sus espaldas un extraño lenguaje y un par de flechas le cayeron cerca. Grownn comenzó a correr con todas sus fuerzas, sintiendo a sus espaldas como los lagartos le seguían los pasos. Podría enfrentarse a uno, pero si se veía rodeado no sobreviviría.
Atravesó vertiginosamente las desiertas calles, escuchando a sus espaldas mas ruido de patas, lo que significaba que más criaturas se sumaban a la persecución, pero no miró atrás.
Tomó su arma y mientras corría desesperado divisó cerca una iglesia con una puerta abierta. No veía otro escondite más cercano, dentro tendría mas posibilidades de sobrevivir.
Esperando que hubieran personas en su interior gritó en lenguaje común:
- AYUDAAA...AUXILIO!-
Con la velocidad que traía se percató a último momento que en la entrada había un obstáculo. Saltó sin detenerse al interior, como si pudiera volar giró en el aire para caer de pie unos pocos metros mas lejos de la puerta, arrastrando muchas bancas cercanas. Se puso en posición de defensa, esperando que entrara algún reptil mientras ojeaba donde había caído. Una luz cerca del altar atrajo su atención, detrás de la llama de una antorcha la cara de un humano sorprendido le dijo:
- ¿Eres Grownn, el que vive en el dojo de los semiorcos?-
- Respondo a ese nombre, ¿estás solo?- Preguntó Grownn mientras el humano le indicaba con la mano la puerta. A ambos lados de ésta un par de figuras algo pequeñas pero bien fornidas esperaban atentos el ingreso de las criaturas.

No pudo intercambiar más palabras, porque velozmente un lagarto entró de un salto al recinto. Una de las sombras de la puerta sacó chispas de sus manos y prendió fuego a unas bancas para impedir el ingreso de las demás.
Grownn se abalanzó rápidamente sobre el reptil, blandiendo su hacha, pero la criatura lo esquivó.
Acto seguido recibió un golpe que la armadura soportó muy bien, aunque el dolor del impacto se dejó sentir.
Una de las personas que esperaban en la puerta se acercó por detrás del enemigo y trató de sujetarlo, pero no pudo.
La bestia se abalanzó sobre Grownn y siguió golpeando sin piedad, usaba ambas garras y su hocico lleno de dientes afilados. Grownn se volvía cada vez más lento. Se sintió cansado debido a la carrera, divisó que otras bestias habían entrado a la iglesia antes de recibir un golpe directo y cayó al suelo inconsciente.

Frente a sí, vio a lo lejos a su hermano que le hacía señas, Grownn corrió hacia él, pero no podía alcanzarlo a pesar del esfuerzo. Notó que algo lo jalaba hacia atrás y despertó.
Cerca estaba una de las personas que custodiaban la puerta, rodeado por dos reptiles. Se puso de pie y atacó a la más cercana. Logró golpear, aunque sin mucho efecto, pero dejó el combate más parejo.
El nuevo reptil parecía más fuerte que el otro y atacó rápidamente.
Rajó algunas partes de la armadura que Grownn vestía, abriendo nuevas heridas.
El dolor se hizo insoportable y antes de caer nuevamente al suelo, el semiorco pudo golpear efectivamente.
Todo se volvió negro nuevamente, a pesar de que desde lejos Grownn podía oír el combate. No podía incorporarse, los párpados le pesaban y el cuerpo entumecido ya no respondía.

De repente notó una mano de encima que le entregaba calor y energía. Abrió los ojos y vio que una de las personas sonreía a través de una tupida barba. No alcanzó a agradecer ya que otro reptil se acercó velozmente a donde estaba y atacó al barbudo ser.
En un acto desesperado Grownn rodó por el suelo evitando un par de golpes del enemigo y se puso de pie para defenderse.
Una de las bestias tropezó y cayó, y Grownn aprovechó esto. Con el resto de fuerza que tenía asestó un golpe dejando al reptil inconsciente. Parecía posible una victoria, lo que animó más a los sobrevivientes de la iglesia. Por un lado, el otro personaje robusto que blandía un arma parecida a la de Grownn, tenía a sus pies a un reptil partido a la mitad, y el humano vendado, que también tenía a uno de los reptiles tirados tras sí, golpeaba el enorme ventanal logrando romperlo. La vía de escape estaba lista, y sólo quedaban 2 reptiles.

Uno de ellos se abalanzó sobre Grownn, mientras que el otro corrió sobre el delgado humano. Éste no pudo esquivar un poderoso mazazo y salió despedido un par de metros más allá, quedando inconsciente. Ambos personajes barbudos no dejaron actuar a la criatura, ya que rápidamente se abalanzaron sobre ella y la liquidaron. El que despertó a Grownn de su sueño y lo arrancó de las manos de la muerte tomó entre sus manos la cabeza del ultimo reptil que permanecía inconsciente y le quebró el cuello.
Estaban vivos por ahora, tendrían que salir de ahí cuanto antes...